La tipología es una clasificación definida y clara de lo que eres como empresa y los productos y/o servicios que ofreces. Esto te ayuda, por un lado, a definir tu emprendimiento en el mercado en el que participas y, por otro, a visualizar posibles cambios o adaptaciones de servicios para diferenciarte, para agregar valor y para mejorar la competitividad. Al definir el uso de tus productos o servicios estarás constantemente mirando los beneficios, funcionalidades o prestaciones que podrían darle más valor. Muchas veces, estas claves te las dan tus propios usuarios y te permite adaptar o mejorar tus servicios o productos.
Por lo tanto, deberías pensar en lo siguiente: ¿Tienes claramente definido qué tipo de emprendimiento eres en relación con tu competencia? Según lo anterior, ¿son tus productos y/o servicios coherentes con el tipo de emprendimiento que eres?
Objetivo: Definir con exactitud el rubro en el que nos desempeñamos y clasificar adecuadamente los productos y/o servicios que ofrecemos.
Beneficio: Conocer con precisión el área en que nos movemos y así poder tomar decisiones considerando a los demás actores y a sus productos y servicios.